Cuando evaluamos nuestras vidas, vamos a notar que algo hemos perdido quizá sea el gozo, motivación, fuerzas, ganas de vivir o el tiempo. En este episodio aprenderemos que cuando Jesús nos encontró nos dio el gozo de la salvación. El mundo no nos puede dar ese gozo permanente y cuando entristecemos al Espíritu Santo o caemos en pecado, perdemos ese gozo, esa comunión con Dios. Es por eso que debemos meditar en nuestros caminos y mantener nuestra relación con Dios.
Gústanos en nuestra página de Facebook Ministerio de Fe y Renovación.