“Perfeccionista, yo… ¡claro!... me encanta agotar mis fuerzas hasta que el último detalle hasta que todo esté perfecto!”...
Parece que en esta segunda década de los dos miles todo nos viene impuesto por una sociedad que establece lo que debemos hacer y pensar... o no. Y nosotras muy obedientes vamos y queremos cumplir todo a rajatabla, incorporando a nuestra propia identidad incluso algún fallo en la ejecución de cualquiera de "esas tareas".
Y esa autoexigencia lo único que consigue es mantenerte en un sufrimiento constante por no alcanzar el nivel de perfección al que crees deberías aspirar. "No me da la vida", "No llego" es una frase frecuente.
¿Te ha pasado? ¿Exigirte tanto para llenar tus altos estándares y lo que crees que los demás esperan de ti?... si este es tu caso, te invito a escuchar este episodio para que te des cuenta de que hay una manera de ser tu mejor versión y no morir en el intento.