En nuestro camino de fe, es difícil encontrar verdaderos amigos y es complicado confiar en algunas personas por las experiencias que hemos pasado, quizá nos fallaron o incluso fuimos traicionados. En este episodio veremos que Dios no nos diseñó para estar solos, necesitamos relacionarnos con personas para compartir nuestras cargas, temores, opiniones, etc. Un ejemplo bíblico es Jesús, quién confío y tuvo fe en sus discípulos, sabiendo que le iban a dejar solo en su camino a la cruz y aún así les dio autoridad y les revelo misterios de su reino.
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